Sostenibilidad y movilidad se dan la mano gracias al esfuerzo constante del sector por reducir el impacto ambiental del sector del transporte y avanzar hacia alternativas que protejan el planeta y garanticen el futuro para las próximas generaciones. Nuestro socio Norauto, la cadena de mantenimiento y equipamiento integral del automóvil, es un claro ejemplo de compañía comprometida e innovadora en pro del medioambiente. En este sentido, lleva a cabo un gran esfuerzo para conseguir sus grandes objetivos como, por ejemplo, reducir en un 30% la huella de carbono y un 20% su consumo energético mediante el uso de energías renovables. Todo ello con el gran reto de alcanzar la neutralidad de carbono en 2025. En línea con su estrategia de sostenibilidad y dentro de su compromiso ‘Automovilista & Responsable’, la compañía ha consolidado uno de sus mayores avances: los 91 autocentros con los que cuenta en España trabajan ya únicamente con energías 100% renovables. Además, está instalando de manera progresiva en todos sus autocentros paneles fotovoltaicos con los que se busca cubrir el 30% del consumo total, evitando la emisión de más de 290 toneladas de CO2 a la atmósfera cada año. Igualmente, la compañía considera la gestión de los recursos como otro de los pilares fundamentales de su estrategia. En este sentido, Norauto cuenta con la certificación ISO 14001 de Gestión Ambiental, consolidándose como la primera empresa del sector que cuente con el 100% de centros certificados bajo la normativa ISO 14001 y un referente en Sostenibilidad Ambiental.

En este sentido, una de las grandes apuestas de Norauto es, sin duda, la creación de canales de reciclaje para cada tipo de residuo, estableciendo así un proceso específico de clasificación, recogida y reciclaje de aquellos elementos y productos, como aceites, baterías o neumáticos, que pueden tener una segunda vida. Así, durante el pasado ejercicio se ha conseguido reciclar más de 5.500 toneladas de productos. Entre otros, se ha dado una segunda vida a 311 toneladas de neumáticos. Se reciclan para realizar pavimentos, losetas de seguridad en parques de juegos y piscinas o como aislantes de sonido en la construcción. También se realizan mezclas de caucho para la creación de gomas que posteriormente se aprovechan para el asfalto o para las pastillas de freno de los camiones. También se han reciclado 2.936 toneladas de baterías y 8 toneladas de pilas. El ácido recuperado se utiliza en la fabricación de detergentes, disolventes y abonos agrícolas. Por su parte, el polipropileno se reutiliza para la fabricación de nuevos monobloques para las baterías, al igual que el plomo de su interior, que también se recupera para volver a introducirlo en la fabricación de nuevas baterías. Además, la compañía ha reciclado 827,6 toneladas de aceite usado, que vuelve a ser utilizado en la fabricación de bases de lubricantes, aditivos, material para asfaltos o derivados, como materia prima o biocombustible. En paralelo a estas líneas de actuación, los proyectos de Norauto se enmarcan en la visión de hacer que la movilidad sostenible sea accesible para todos. Como parte de esta responsabilidad, la compañía trabaja para ayudar a sus clientes a realizar la transición hacia un estilo de vida más ecológico, proporcionándoles soluciones adaptadas a los desafíos actuales. En este sentido destaca la apuesta por los vehículos híbridos y eléctricos, instalando puntos de recarga para fomentar el acceso a esta nueva tecnología.

Por último, los colaboradores de Norauto también participan activamente en este compromiso con el planeta. Actividades como Bosque Norauto involucran a buena parte de la plantilla. Gracias a esta acción han conseguido compensar más de 145 toneladas de CO2 desde su puesta en marcha en 2021. Durante 2025 se realizarán nuevas plantaciones en Cataluña. Otro ejemplo de acción en el ámbito de la sostenibilidad es ‘World clean up day’, un programa global dirigido a combatir el problema mundial de los residuos sólidos en las playas. Conseguir un planeta más limpio está en manos de todos y, por supuesto, las empresas, junto a sus trabajadores y clientes, son agentes indiscutibles del cambio hacia una movilidad más sostenible.