En la octava edición de NOVA_Talks, desde la oficina en Cirilo Amorós de Caixa Popular, se debatió una el transporte del futuro y su impacto en el medioambiente con la participación de socios de Lapromotora y expertos externos.
Entre los especialistas, tuvimos la participación de Javier Cervera, responsable de Transición Energética en Balearia.
Cervera enfocó el diálogo hacia los retos del sector marítimo en el marco de la transición energética europea, que exige una reducción del 80% en las emisiones de CO2 para el 2050. Balearia ha implementado varias iniciativas, como el uso de Gas Natural Licuado (GNL), logrando reducir las emisiones en un 15-20%, equivalentes a unas 120 mil toneladas de CO2. Sin embargo, este avance no es suficiente para cumplir con las ambiciosas metas de sostenibilidad europea.
La invasión de Ucrania: un reto energético
La guerra en Ucrania y el cese del suministro de gas ruso a Europa, también representaron un gran desafío, ya que provocaron una crisis energética y un aumento significativo en los precios del gas. Ante esto, Balearia tuvo que adaptar su consumo energético, utilizando diésel durante los trayectos de su flota y gas solo en puerto, en cumplimiento con las normativas europeas para reducir el impacto ambiental.
Este compromiso, no solo limitó la disminución de emisiones en puerto, además, dada la subida de los precios del gas, recurrió grandes costes en energía a cubrir por Balearia, ya que debían regirse por la normativa para evitar multas a nivel nacional e internacional.
El responsable de transición energética de la naviera, por otra parte, quiso explorar la cara opuesta de la moneda y reflexionó sobre varias vías energéticas que representarán un futuro prometedor de la energía sostenible. Comenzó con un enfoque en el biogás, un combustible generado de manera renovable y más limpia que sus alternativas, el cual puede usarse para aplicaciones energéticas de tipo eléctrico, térmico o carburante. Dio el ejemplo de poder generar biogás utilizando residuos orgánicos, los cuales normalmente son recogidos en los contenedores marrones de la ciudad de Valencia.
“La parte del residuo orgánico, que es el 38% del peso de la basura que sacamos de casa, tenemos que conseguir que se separe bien porque podríamos generar una cantidad de energía renovable muy interesante” – Javier Cervera
El biogás, como ilustra la imagen anterior, se produce gracias a un proceso que requiere varias etapas, por las cuales residuos orgánicos como la basura o los excrementos de animales son fermentados dentro de cámaras sin luz y de temperatura constante, así emitiendo gas, que más adelante es recogido.
La Responsabilidad Necesaria Para el Reciclaje
Para que los residuos sean útiles y válidos para la fermentación, es imprescindible una recogida adecuada de estos. Parte del debate exploró la colaboración entre el sector energético y la administración pública, para así asegurarse que los residuos orgánicos están siendo reciclados adecuadamente.
El experto de Balearia estima que el 38% de los desechos son de origen orgánico, lo cual significa una gran oportunidad de uso circular hacia la generación de energía. Sin embargo, asegura que dado el mal seguimiento de planes de reciclaje por parte de los ciudadanos y las administraciones públicas, esta oportunidad se está dando a perder. Esto enfatiza el gran valor que aporta la colaboración entre los individuos, los gobiernos y las industrias para llegar a una transición energética sostenible.
Otra oportunidad resaltada por los ponentes, la cual depende de principios de colaboración, es la retribución de energía fotovoltaica. Cervera nos relató que recientemente había participado en una cumbre sobre la sostenibilidad en Baleares, donde habló con grupos agrícolas de la zona, los cuales plantearon preocupaciones sobre el espacio que requieren las plantas fotovoltaicas. Les preocupaba que el terreno imprescindible para implementar plantas fotovoltaicas suficientes para poder generar toda la energía necesaria de las islas, fuera a ser demasiado amplio, y por lo tanto no quedase espacio suficiente para satisfacer las necesidades agrícolas de las islas.
La colaboración como clave hacia el desarrollo sostenible
El nos explicó que estas preocupaciones se podrían resolver mediante el diálogo y la cooperación. Se podría planificar el uso de los terrenos para satisfacer las necesidades de todos los grupos de interés. Mientras la industria agrícola adquiere los conocimientos, herramientas y procesos necesarios para ser completamente sostenible, el terreno podría ser explotado con placas fotovoltaicas, las cuales serían desmontadas al finalizar sus 25 años de vida. Esto generaría un impacto positivo y eficiente en el medioambiente, dado que el uso del tiempo y del terreno sería optimizado.
Para concluir, Javier Cervera declaró que sigue considerando el futuro del transporte y la energía sostenible como difícil y muy complejo, pero dado su análisis entorno a las opciones y planes de aplicación de energías renovables y limpias, nos permite entender que, en el futuro, existe cierta esperanza de satisfacer las demandas de Europa, con la inclusión activa de colaboración entre actores.